Las palpitaciones, la sensación de que el corazón late de forma irregular o demasiado deprisa, pueden deberse a un ritmo cardiaco anormal (arritmia). Aunque algunas arritmias pueden no ser de riesgo pero otras son potencialmente peligrosas y requieren atención médica inmediata.
Síntomas
El término palpitaciones se refiere a la sensación de que el corazón late de forma anormal en el pecho. Puede sentir que su corazón aletea, late con fuerza, late de forma irregular, late demasiado deprisa o se «salta» latidos. Esta sensación puede ir acompañada de otros síntomas, como mareos, aturdimiento, fatiga, dolor torácico o dificultad para respirar.
Causas y factores de riesgo
Las palpitaciones pueden ser provocadas por el estrés, la cafeína, el ejercicio y ciertos medicamentos, pero a veces la causa es una arritmia (un ritmo cardiaco anormal). Los distintos tipos de arritmia se asocian a diferentes causas y factores de riesgo. Algunas arritmias, como las que sólo indican un desequilibrio electrolítico temporal, son benignas.
Otras arritmias más graves pueden deberse a una cardiopatía estructural, una enfermedad coronaria o una predisposición genética. Además, algunas enfermedades subyacentes, como la hipertensión arterial, la diabetes, la apnea del sueño y las enfermedades tiroideas, pueden aumentar el riesgo de padecer ciertas arritmias.
Tratamiento y prevención
Las opciones de tratamiento varían en función de la causa de las palpitaciones o del tipo específico de arritmia de que se trate. A menudo, los latidos irregulares pueden controlarse con sencillos cambios en el estilo de vida o medicación. En raras ocasiones, es necesario un procedimiento como la cardioversión eléctrica (VCE) o la ablación para restablecer un ritmo cardiaco normal. En todos los casos, es importante detectar y tratar cualquier arritmia subyacente para evitar el riesgo de otras afecciones graves.